viernes, 22 de mayo de 2020

EXPRESAMOS NUESTRAS EMOCIONES CON MÚSICA, PINTURA Y EL CUENTO "LOLA SE VA A ÁFRICA"

https://www.youtube.com/watch?v=dDWOhsVW8uA


Todos sabemos bien que la música tiene una enorme capacidad para despertar en las personas sentimientos y emociones. A menudo decimos u oímos: "esta canción me pone de buen humor"; "esta canción es muy alegre"; "esta melodía es muy triste", etc. Incluso ciertas canciones tiene el poder de trasportarnos al pasado y recordarnos ciertas personas o épocas de nuestra vida, y a su vez eso suele cambiar nuestro estado de ánimo.

La música despierta recuerdos, experiencias y, por supuesto, emociones. 

¿Qué tal aprovechar eso para trabajar la educación emocional de los niños?

Si además lo unimos a algo que les suele encantar, la expresión plástica, ¡el éxito está asegurado!

¿Te animas?


"No existe casi ninguna parte del cerebro que no se vea afectada por la música" 
Stefan Koelsch

Esta actividad me encanta porque une tres grandes disciplinas: música, arte y educación emocional. Pero sobre todo porque permite a los niños sentir emociones y expresarlas de forma totalmente libre, sin miedo a equivocarse.

Para ello debemos estar muy atentos a no juzgar ni dar demasiadas instrucciones, sino simplemente acompañar y observar. Sobre todo, no hay que decirles cómo deben sentirse frente a las diferentes canciones que vamos a oír, ni tampoco cómo deben plasmar en el papel dichas emociones.

Porque lo que una melodía nos evoca es totalmente subjetivo, influye en ello muchas cosas, por supuesto la pieza musical en sí, pero también nuestra experiencia previa, nuestro estado de ánimo, las asociaciones que cada uno haga,...

"Somos criaturas musicales de forma innata, desde lo más profundo de nuestra naturaleza"  Stefan Koelsch

Así que lo más importante es escuchar y aceptar con respeto y cariño, sin pretender influir en ellos (aunque a nosotros nos parezca una pieza más bien triste y a ellos alegre, por ejemplo). Esto es primordial, porque descubrirán que pueden confiar en lo que sienten y que aceptamos todas sus emociones por igual.

Eso aumentará su autoestima y sabrán que en todo momento pueden expresar lo que sienten, pues no recibirán reprimenda por eso. Parece innecesario decir esto, pero pensemos en las veces que, sin casi darnos cuenta, negamos sus emociones con frases del tipo: "no llores, no tiene importancia" o "déjaselo, es sólo un juguete, cógete otro, anda".

¿QUÉ NECESITAMOS?

1. Papel donde pintar: escoge el tamaño en función del espacio que tengáis. Si es poco, id cogiendo una cartulina para cada emoción. Si tenéis la oportunidad (siempre se puede bajar al parque) te recomiendo hacerlo en grande como nosotros, para que puedan moverse también mientras pintan escuchando la música. 

2. Pinturas: te aconsejo variedad de colores para que puedan expresarse como les apetezca.


3. Música: aquí debes decidir que emociones quieres evocarles y buscar las canciones o melodías que te parezcan más adecuadas. Piensa también en piezas que ya conocéis y tienen cierto significado para vosotros, eso ayuda mucho. 

Yo me creé esta lista de youtube, con las siguientes emociones: alegría, tristeza, miedo, rabia y entusiasmo (esta última porque quería que acabarán con buena onda jajaja). Aunque luego ellos me decían que faltó la calma!


4. Cuentos: previo a la actividad podéis leer algunos cuentos relacionados con las emociones, nosotros lo hicimos con el de "Lola se va a África", en el cuál la protagonista empieza muy enfadada la historia pero a medida que avanza el relato aparecen otras emociones como la alegría o la calma.


¿CÓMO LO HACEMOS?

1. Nos relajamos: me parece importante hacer este paso para que los niños se tranquilicen y se preparen para escuchar la música más atentamente. 

Simplemente nos ponemos en círculo o tumbados, ojos cerrados, las manos en la barriga y hacemos unas cuantas respiraciones lentas, inspirando por la nariz y expirando despacio por la boca.


2. Primera audición de la canción: con los ojos aún cerrados y sin movernos del sitio, aprovechamos que estamos relajados y con buena predisposición para la escucha, para poner la primera canción. Podemos incentivar la reflexión con frases del tipo: "pensad en cómo os hace sentir la canción", "en lo que os recuerda", etc. 

En este momento no hace falta que los niños expresen verbalmente sus emociones, preferiblemente lo haremos luego, así evitamos influirles o que se influyan entre ellos.


3. Expresar pintando lo que nos evoca la canción: cuando los niños quieran (sin forzar) pueden ir levantándose para dirigirse al papel y pintar lo que les transmite la música. Ir repitiendo la reproducción de la canción hasta que ellos decidan que ya han acabado.


4. Hablamos de las emociones que hemos sentido y de lo que hemos pintado: cuando todos hayan acabado, regresamos al círculo para contar qué nos hizo sentir la canción y cómo lo plasmamos en el dibujo y por qué. Simplemente escuchamos, todas las posibilidades son igual de buenas.


Me parece importante hacer este paso ahora y no antes, así evitamos influir en ellos y propiciamos que puedan sentir y expresar libremente sus emociones. Te recomiendo no te saltes este paso de reflexión conjunta y escucha activa, es una gran oportunidad para trabajar el reconocimiento de emociones y su gestión, pero también para descubrir lo que los niños llevan dentro y a veces no dejan ver. 

5. Repetimos con la siguiente canción (volviendo al punto uno).

-Club de los peques lectores-

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